Supongo que hay que ser optimista y aceptar los cambios, sean cuales sean.
Darse cuenta de que la vida es eso, crecer, madurar, tomar decisiones (erróneas y acertadas), dar la bienvenida y despedirse.
Cerrar ciclos y alimentarse del tiempo. Dejar de repetir los mismos errores, valorar lo que se tiene y darse cuenta de que realmente con eso es más que suficiente. Sonreir a diario y llorar muy de vez en cuando.
Apreciar cada segundo, cada olor, cada fotograma que se nos presenta y guardarlo bien dentro.
Sí, en realidad el paso del tiempo no es algo tan horrible, es cierto que a veces da vértigo, pero al fin y al cabo lo que cuenta es cada respiración y todo lo que eso conlleva.
Ahora mismo tengo muy dentro el carpe diem.